martes, 25 de agosto de 2015


Los fénix no necesitan nadar

Estaba buscando de alguna manera terminar con esa relación que me había tenido agobiada durante mucho tiempo. No imaginé que acabaría así.

Había creído que éramos un maldito fenix,y no.
Él me lo advirtió,"somos un fenix que no sabe nadar". Como había estado haciendo los últimos meses, no lo escuché. Sólo quería mi maldito cuento de hadas a toda costa, quería un hogar, y me término ahogando en todos los sentidos, ya no se trataba de su falta de expresión o su falta de detalles, ya no se trataba de su mente cerrada, ya no de trataba de que a veces me trataba horrible, sólo se trataba de que quería mi maldito final feliz y de que tal vez un fénix no necesitaría nadar nunca porque su fuerte era estar en los cielos, y viajando entre el espacio-tiempo.

La verdad es de que quisiera escribir que nunca tuve una figura paterna pero eso sería quitarle crédito a mi tío, el cual con parkinson y diabetes está luchando porque ambos seamos lo mejor que podemos ser. Pero la verdad no sé como es el amor que un hombre sabe entregar, nunca lo he visto, necesitaba sentirme tan amada por este chico que olvide por completo lo maravilloso que era amarme. Soy tan sensorial y lógica que elijo sentirme bien pero a veces no puedo ir contra esas imágenes en mi cabeza llevándome a un punto donde creía que había conocido la felicidad total.

Ahora con mucho pesar acepto que estaba equivocada, sus manos alrededor de mi cuello son lo único que logró visualizar cuando pienso en él. Le conté a mi mamá de Sky, de mis peleas con él, de lo que él me había hecho en la última reunión. Lloré como hace mucho no lo había hecho, mi mamá me demostró una vez más que ella siempre será el mejor remedio, me está doliendo todo, es empezar de cero, es estar sola de nuevo, es recordarme lo bonita que soy, lo inteligente que soy, lo divertida y genial que soy. Es confuso olvidarme de lo que me hizo, de las cosas que dijo.
Es tonto porque todos ven fortaleza, pero no pude decirle nada, no pude moverme ni mandarlo a donde debía estar-en el maldito infierno- no me malinterpreten no es rencor no es odio no es cólera, es sólo que ya entendí que aunque las personas somos buenas y malas siempre podemos elegir el impacto que tendremos en los demás pero él, él, él traicionó todo lo que habíamos formado, todo lo que éramos pues ya no somos más. Me dolió sobretodo porque aposté por él cuando nadie más lo había hecho después de todo el lodo que se tiro durante años. Me duele porque me mintió, no me respetó, no me amó. Elegí creerle y me equivoque, quiero creer que hay alguien ahí para mí pero ya no confió en nadie. Yo he terminado indefinidamente con los enamoramientos porque hubiera amado que se dejara conocer, que él eligiera ser su mejor versión conmigo pero no lo hizo. Decidió ser lo peor. Entonces no hay final feliz hoy, sólo hay esto, que ya no sé cómo definir. Y además estoy escuchando "xo" de Beyonce, que me dice, que esto ya lo sabía y no lo detuve, así que aceptó mi parte de culpa, el  haberme quedado, el no haber elegido ser mejor y dejarlo la primera vez que me llamó estúpida, y decidí perdonarlo porque intente justificar lo injustificable, la falta de respeto. Adiós a esa etapa en donde lloraba muy seguido y resistía por un tonto sueño de la infancia. Y sobretodo adiós al hecho de que todos me lo dijeron pero yo quise creer en él. Ya no más, adiós a todo lo que me hacía sentir culpable e infeliz. Adiós a sobrevivir. Hola a vivir.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Hay un después del final


Poder decir adiós es crecer.
 Gustavo Cerati

La utopía en el horizonte. Camino dos pasos,
ella se aleja dos pasos y el horizonte
se corre diez paso más allá.
¿Entonces para que sirve la utopía?
-Para eso, sirve para caminar.
 Eduardo Galeano


Solía pensar que cuando todo se haya ido, yo aún estaría ahí, y no estoy allí ni allá sino acá  descansando de todo, de los miedos que tenía, de las mañanas tristes y ajetreadas entre clases, de las tardes tristes y cansadas, de las noches tristes y esperanzadas en el día siguiente. Lamento lo sucedido más por mí que por él, lamento todo por mis buenos amigos, y los muy buenos amigos, por mi familia que se representa con ella, mi mamá.

Y no sabía que quería, no sabía dónde quería estar ni a dónde quería ir, la dependencia es brutal, en serio, nos embrutece, abruma todo, empaña los vidrios. Ahora no puedo decir que sé a dónde voy, pero sé a dónde no debo ir, y es un buen comienzo; por que los nuevos comienzos son infinitos, porque la vida solo estará terminada cuando estemos muertos, cuando estemos bajo tierra y nuestros sueños sean cenizas.
Me estoy recuperando, o estoy comenzando a hacerlo.
Estoy escuchando las canciones que me hacen feliz, estoy tratando de serlo.

Alguna vez prometí quedarme en algún lugar para siempre, querer a alguien por siempre, prometí muchas cosas más, cosas que probablemente no lleguen a mi mente inmediatamente porque no fueron cumplidas, puedo parecer una persona imposible de confiar, porque sé romper promesas, sé irme y no lo quería hacer, no lo quería porque tuve miedo a la soledad, a ser joven y no tener una razón física para llorar, porque no tendría en quién pensar durante las tardes- mi corazón no es selectivo, debo aclarar- no habían motivos ni nada que me hicieran ver que estaba en oscuridad total, solo personas a mi lado tratando de sacarme del hoyo en el que me fui metiendo más y más, entonces estaba ciega y no quería irme; y en eso pasa, sucede todo lo que ya no puedes tapar, lo que tiene que suceder para que puedas desprenderte, pasan cosas que ya no puedes ocultar, que ya no puedes hacer como si nunca sucedieron, y miras hacia atrás y recuerdas todo lo que perdiste, todo lo que no pudiste solucionar, todo lo que no lograste con esa persona y recuerdas también que alguna vez fuiste feliz. Deseas regresar a ese segundo, solo a ese momento y no puedes, no debes, ya reaccionaste y estas cansada, cansada de mentiras, de cosas superfluas, de peleas, de que en la simpleza total no te quieran, porque podrás haber tenido un segundo de felicidad, pero eso no cambia las horas, días, semanas y meses en los que buscabas por todos los lados de esa persona un poco de amor. Porque "amor" era lo que para mí justificaba todo lo que nos sucedió, porque "amor" para mí era lo que hacía que me quedará ahí; entonces resaltaron con verde fluorescente las mentiras, las falsas personalidades, las simplezas, la falta de detalles del día a día, las palabras que nunca significaron para él lo que para mí. Y en serio es verdad cuando el cansancio puede más que todo, cuando la decepción lo copa todo por completo, cuando todo lo que querías y todo lo que habías querido estaba basado en una mentira. Después de esto solo te queda sentir y creer que en verdad la vida sigue, que pasarán los años y te reirás de que alguna vez tu corazón se rompió miles de veces con la misma persona, te reirás de haber confiado y de haberlo dado todo, de la crueldad de la vida y los caminos fríos de salaverry y te reirás porque pase lo que pase eso simplemente ya paso.

Después de todo te queda mucho por hacer, sentirte bien, vivir, vivir para morir sintiendo que conociste la felicidad y los escalones en falso y y las historias que no regresan.
Al principio cuando escoges no regresar, escoges también significados diferentes, palabras distintas, conoces gente, te alejas de personas, intentas perdonarte cosas que antes ni siquiera intentaste perdonarte, dejas de pasar por los mismos lugares, intentas que tus conversaciones sean en torno a muchas otras cosas y nunca sobre él, intentas que la vida sea diferente, nunca igual, aunque digas que si y es que nada de lo que hagas podrá regresarte a esos años, a esos días de montaña rusa y en el fondo sabes que es mejor que así sea.
Y pasan los años o los meses, te levantas un día, tomas café, estas bien realmente, comienzas a reír de verdad, sanaste 
 sin darte cuenta, ya puedes pasar de nuevo por los mismos lugares y ya nada duele, incluso puede que recuerdes que pasaste por allí hace algún tiempo y no le diste significado alguno, y hasta lo comentas y sonríes y puede que también en ese momento estés en la cima en otros aspectos como puede que no y estes en ascenso, pero en ese aspecto tan íntimo tan tuyo, en esa parte especial que dolió tiempo atrás ya nada es igual, nada de lo que fue dolor lo es ahora, te sientes feliz, ya crees en lo que eres y lo que vales.

Finalmente a todo esto: romper promesas nunca fue algo que yo planifiqué, yo solo quería amar y ser amada, tener lo que yo no tuve, poder dar la situación con la que no crecí, una familia en su totalidad. Quería hacer las cosas bien, pero cuando no te aman ya no puedes hacer nada, solo irte, como yo lo hice, salir por la puerta grande sabiendo que hiciste las cosas bien, que hiciste lo que pudiste y aunque te equivocaste te levantaste; con el tiempo solo duelen ya los años que perdiste, los mismos en los que aprendiste a la fuerza que quién no se quiere a si mismo nunca podrá querer a los demás, que quién no se acepta a si mismo no podrá aceptar que otro le dé amor.
Lo peor de esto es que hay un punto en medio de toda la claridad y la oscuridad, un punto en medio de todos los altibajos, donde te das cuenta que eso esta mal o que eso esta bien, ese tal vez sea el mejor punto para salir pero no por ello significa que es el punto en el que siempre las personas nos retiramos. Hay personas como yo que solo lo dejamos pasar, esperamos, rezamos, amamos hasta el último segundo y no salimos de ahí hasta cuando la vida te saca del ahogo y te bota diciendo que esto en definitiva ya no tiene solución contigo allí, y una vez ahí sana y salva ya no hay vuelta atrás, ya lo viviste, ya es realmente la última vez y dejas que la vida pase, que cada uno tome parte de un mundo distinto, que cada uno haga sus cosas, que cada uno pueda crear amor con otros distintos, que cada uno entienda finalmente que hay cosas que solo se viven una vez y nunca pasaran de nuevo con esa persona, es cuando se acabaron las idas y vueltas, es la hora final, es la hora de ir y no volver más.


lunes, 20 de agosto de 2012

Al amor real no le siguen puntos suspensivos.


Cuando cumples años no esperas recibir secretos como regalo; al menos no algunos.
Es la vida llena de buenas intenciones y llena de hechos tristes que hace que todo duela, que las heridas que nunca cerraron vuelvan a doler como al principio, es el silencio de una casa donde el amor es diferente del que hablan. Nacemos para morir pero no para vivir muriendo todos los días, algo se apaga en las mentes cuando se descubre un secreto doloroso. Yo no espero ser inspiración, no pretendo ser mártir, ya no quiero tratar de entender que nos sucedió a ella, a él, a mí; la sola idea es dolorosa y aunque cierro los ojos para que las lagrimas no caigan, todos tenemos un espejo que nos muestra que el dolor no se borra de la mirada.


Lo triste es que no quiero parecer tonta, no quiero parecer la tontita que vive engañada, que defiende lo indefendible, lo peor de todo es que enfrentar el pasado me cuesta, y no porque no lo asimile sino porque es real. Todos los días veo que lo "real" duele, la gente constantemente quiere cambiar, quiere "mejorar" y solo cubren su insatisfacción y hablo de todos en general, todos quieren cambiar algo de si, ya sea su genio, su figura y yo, yo solo quiero cambiar el pasado. Muchas personas me podrán decir que el pasado me hace lo que hoy soy, pero en realidad ellas no saben, que no es necesario tanto dolor, no. 


Mi lugar favorito siempre fue el mar, no porque sea azul ni se pueda nadar ni porque la puesta de sol sea más bonita; sino porque para mí el mar significa lazos de libertad, de amor, de gente que alguna vez me amo y sonrió por mí, para mí significa todo el dolor que llevo dentro hecho libertad sin dañar a nadie, que lo miren y vean todo, menos dolor. Es que es verdad que se puede mirar el mar y olvidar aunque sea por diez segundos que fue lo peor que te sucedió en el día o la vida. Necesito escribir que siempre que lloro necesito ir al mar y verlo y tirar piedras y sentarme y respirar y morir de frío y morir de calor e imaginar que todo estará mejor.
 

Los secretos son algo que el mar si sabe guardar, recuerdo las caracolas, me regalaron una cuando tenía 3 o 4 años y siempre imaginé que el sonido que emitía eran los secretos del mar cantados para quién los necesite. Ahora quiero contar muchos secretos, muchas cosas que no puedo decir, necesito poder olvidar, necesito poder hacerlo, necesito dejar que las cosas pasen. Pero, no quiero, no quiero hacerlo, temo que duela más que el presente, tengo que dejar de buscar cosas donde no las hay y dejar de creer que puedo sola, necesito dejar tantos secretos, necesito que no duelan como la primera vez, necesito cerrar heridas y no sé cómo. La vida prepara un poco de dolor para todos, para algunos más que otros.

La infidelidad duele, los malos entendidos se cuelan en los huesos, las mentiras separan, los impulsos rompen. Todo eso puede definir "el arte de destruir vidas", quiero decir gracias a ella, a él, a la hermana de él, al primo de él, a todos los presentes, a todos los que se rompieron en pedazos, a mí, a los nonatos. Y el amor duele, el amor es lo único que realmente te parte, que realmente deja huella, la muerte duele porque hubo amor, cariño, amistad; el nacimiento duele porque hubo amor o no lo hubo. Las mentiras duelen no por ellas mismas sino por que las dicen personas que amamos. Los secretos marcan por que los guardan las únicas personas que deberían ser sinónimo de amor. Por eso el amor duele, dolió y siempre dolerá. Porque el amor si se deshace, sé que sí, ahora lo sé y sé también que los secretos algún día dejan de serlo. Debo sacar ahora de mi cabeza todas las ideas con las que crecí porque si antes no lo acepte es hora de hacerlo y aceptar también que el amor se acaba, el amor real muere. Despertar duele, pero el amor terminó y terminará siempre, ya no son las circunstancias, son los seres humanos y es que al amor real no le siguen puntos suspensivos, ni mañanas para siempre, ni palabras infinitas.

Intento creer que nada es como lo dicen y la duda embarra todo, las penas llenan todo; que feo es ver como  a pesar de que luchas contra las ideas, ellas no salen de tu cabeza, solo fluyen y destruyen, parece que el dolor vino impregnado a mi corazón, a mis dedos, a mi mirada, a mi sonrisa, parece que todo es parte de un proceso que no pedí, que no busque yo. Es verdad que no se puede tapar el sol con un dedo, parece que si y eso te hace feliz hasta que te mueves y te das cuenta que no puedes, no puedes con todo el peso, si los abismos duelen, yo ya me golpee y duro contra todo, no es tocar fondo, porque es esto es tocar la realidad y yo no quería que la realidad fuera esto, en mis manos no estaba, en las de él sí, en las de ellas no sé, es difícil echar la culpa esta vez, quisiera echármela, pero esta vez estoy limpia, esta vez no tuve nada que ver y fui yo la que salió mas dañada y también fui yo la que tuvo que dar la cara al final, porque este es el final, porque este el momento en que le dices adiós a los que pasaron, a los que encontraste por segunda vez, a los que quisiste olvidar y nunca olvidaste, a los que te duelen siempre en 6 fechas al año, a los que le debes todo y a la vez nada, a los que no cuidaron nunca de ti e intentan justificarse, a los que intentan justificar lo injustificable, a los que culpan, a los que aún hablan de las cosas que no valen la pena ni merecen ser repetidas.